Los abajo firmantes, vecinos del inmueble sito en la calle ....de este municipio y tras la reunión anual de la Junta de Propietarios hemos acordado dirigirnos a esa concejalía sobre asunto que creemos de su competencia y por afectar al uso del espacio público y la convivencia. Todo ello en el marco del Plan de Convivencia y Civismo aprobado por ese Ayuntamiento en febrero de 2010 y de los criterios orientadores de la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos en la Ciudad, en particular el art. XVIII - Derecho al medio ambiente y a la no contaminación acústica. En la confianza de que de no estar previstas las conductas alegadas o las medidas correctoras a las mismas, sirva el presente como cauce de participación ciudadana con independencia del caso concreto que nos afecta.
ALEGACIONES:
En la calle ...... frente al edificio de apartamentos que ocupamos, se dispone de una plaza triangular, acondicionada desde hace años como pequeño parque infantil con un pequeño vallado.
Naturalmente los vecinos de la calle no pretendemos ninguna exclusividad de uso sobre ese espacio público, y no cabe en modo alguno pensar que la queja vaya indirectamente con esa pretensión.
La cuestión es que este año se repite de nuevo el que cerca de la medianoche y hasta bien entrada la madrugada la placita y ese mobiliario urbano de la misma se convierte en asentamiento juvenil, el cual por sí mismo no es molestar pero sí lo es el ocio que despliegan los ocupantes, con la música alta de sus coches, el movimiento de estos y la algarabía producida por el consumo de alcohol y porros; incompatible con el descanso nocturno del vecindario, desvelados por el continuo ruido de música, voces y trajín de los coches.
CONSIDERACIONES:
Entendemos que la regulación de la convivencia en la calle no se puede efectuar de forma rígida y predeterminada y que las actividades ciudadanas que pueden incidir en la vía pública son sumamente variadas y a menudo imprevisibles. Pero la capacidad de la vía pública para admitir actividades y usos es limitada, y debe basarse en ser flexible y atenerse a cláusulas generales que sea capaz de adaptarse a circunstancias variadas. Por lo que no apelamos a una prescripción o prohibición que defina con todo detalle qué se puede hacer y qué no, ya que ésta sería una norma rígida, incapaz de adaptarse a situaciones particulares y que inevitablemente quedaría desfasada al día siguiente de su aprobación.
Si la prevención de conductas graves y dañinas exige una clara tipificación, en este ámbito de la convivencia no, y no pretendemos prohibiciones concretas que redunden en restricciones a la libertad ambulatoria de la gente y el desarrollo de su dimensión social que tanto individual como colectiva, se manifiestan precisamente en la calle y esto especialmente en las culturas mediterráneas y más aún en verano. Por tanto, no pretendemos restricciones gratuitas o limitaciones basadas en rancios prejuicios morales. Ahora bien, existe un límite esencial en la libertad de los ciudadanos que es el respeto a los otros.
Es un principio general de la convivencia el no producir ruidos que perturben el descanso y la tranquilidad de los vecinos, ni participar en alborotos nocturnos. Episodios que alguna vez en provocan lamentables incidentes en los que ciudadanos en principio pacíficos pierden el sentido de la medida y trastornados acuden a vías de hecho para resolver esas situaciones. Es por esto que sin pretender nosotros limitar la libertad de nadie, se concilie esta con el derecho al descanso de los vecinos para lo cual nos atrevemos a solicitar de esa concejalía la colocación en el espacio público indicado de alguna señal o cartel de recomendación de silencio a partir de alguna hora y de respetar el descanso, así como alguna medida policial preventiva que patrullando el lugar compruebe el cumplimiento de las recomendaciones.
Comarruga 28 de agosto de 2010
Es un principio general de la convivencia el no producir ruidos que perturben el descanso y la tranquilidad de los vecinos, ni participar en alborotos nocturnos. Episodios que alguna vez en provocan lamentables incidentes en los que ciudadanos en principio pacíficos pierden el sentido de la medida y trastornados acuden a vías de hecho para resolver esas situaciones. Es por esto que sin pretender nosotros limitar la libertad de nadie, se concilie esta con el derecho al descanso de los vecinos para lo cual nos atrevemos a solicitar de esa concejalía la colocación en el espacio público indicado de alguna señal o cartel de recomendación de silencio a partir de alguna hora y de respetar el descanso, así como alguna medida policial preventiva que patrullando el lugar compruebe el cumplimiento de las recomendaciones.
Comarruga 28 de agosto de 2010
los vecinos:
SR CONCEJAL DE CONVIVENCIA Y CIVISMO DEL AYUNTAMIENTO DE .........
No, no tienen perros tienen hacha canadiense
