jueves, 30 de septiembre de 2021

Barcelona 1936 el genocidio religioso como espectaculo de masas

 Tengo predilección por ubicar los espacios testigos mudos o no tan mudos de donde han acontecido acontecimientos históricos, especialmente bélicos o convulsos. Busco habitualmente la ubicación por google maps para comprobar si la edificación del lugar sigue siendo la misma que existía en su momento. Hoy apasionado estos días con la lectura de EL ALZAMIENTO,LA REVOLUCIÓN Y EL TERROR EN BARCELONA de Francisco Lacruz reparé en las archiconocidas fotos de la exhibición de las momias profanadas de monjas, y cual sería mi sorpresa cuando al ubicar la acera donde se alinean las momias me remite el maps a la acera donde todos los jueves a las 17 horas espero en la cola para entrar a recoger a mi nieto. Y es que el antiguoconvento de las Salesas fue despues de la Guerra colegio de Maristas.


Hoy la cola es para recoger del colegio de los Maristas de Paseo San Juan de Barcelona a los niños de 3 y cuatro años que a las 17 horas padres, y algún abuelo como yo acude a la salida de los más pequeños. En julio de 1936 en  la misma acera la cola era una atracción necrófila, la de exposición de momias profanadas de monjas del antiguo convento de las Salesas luego colegio de los Maristas La Inmaculada.







Aunque en esa foto no estoy con mi nieto sino con mi nieta, al niño avido de oir  truculencias si que le enseñé y expliqué el significado de la foto antigua y su ubicación en su colegio, además la 5ª ventana por la derecha era su clase del año pasado.


"No lejos de la Sagrada Familia, en el paseo de San Juan, fueron destruidos el convento e iglesia de las Salesas, una de las más acabadas construcciones del arquitecto Martorell y una de las mejores y más completas obras en su género de cuantas se han realizado en los últimos años. El edificio era de estilo gótico moderno, casi afiligranado, y la policromía de los materiales empleados completaba y enriquecía la espléndida ornamentación exterior. El interior, compuesto de una sola nave, atrevida y majestuosa, en forma de cruz, terminaba en un gran ábside, rematado en su centro por una cúpula. Predominaban igualmente los elementos arquitectónicos y decorativos de un gótico florido. Aquí la profanación del cementerio conventual alcanza caracteres horrendos: las momias de las religiosas fueron sacadas de las tumbas y exhibidas en la fachada principal de la iglesia. Tan macabra exposición constituyó el espectáculo de más atracción y de más regocijo en aquellos días en que Barcelona estaba enloquecida de sangre y llamas. Era un desfile interminable de gentes de la más variada condición—milicianos, guardias, menestrales, obreros, padres con su prole y mujeres, muchas mujeres, que acudían a contemplar las momias y esqueletos con la avidez y curiosidad con que se admira a las fieras del parque zoológico. Y el desfile transcurría entre bromas infames, mofas cínicas, diálogos picantes, y los espectadores rompían en carcajadas cuando algún desalmado, afinando su perversión, se permitía una obscenidad con las momias o colocaba un cigarrillo entre las mandíbulas de una calavera. Un guardia urbano mantenía el «orden». En el muro de la verja, junto a la puerta por donde los curiosos iban pasando, había un letrero pintado con letras blancas: “Para visitar las momias”. Y una flecha indicaba la dirección."

 http://www.fxysudoble.org/feks.-la-f%C3%A1brica-del-actor-exc%C3%A9ntrico.html 


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