Saponificación o la chinita filosofal

 Jabón casero
Ingredientes y proceso:
1 litro de aceite de oliva usado para cocinar, una infusión concentrada de romero en 1 litro de agua destilada o de lluvia,200 gramos de sosa caústica. Una cubeta para mezclar.
Remover durante una hora  el aceite en la sosa disuelta en la infusión . Luego se colocará en moldes ,desmoldar el contenido  a las 24 horas y cortarlo en pastillas. Dejarlas para su curación  1 mes. 

Los jabones de la abuela
Hola amigas, hoy os traigo una receta sencilla para hacer jabón en casa no sólo para lavar sino incluso para vuestra higiene  personal.He recuperado la receta que tenía mi abuela y que os librará del engorro de deshacerse o de llevar a un punto verde el aceite de oliva usado para cocinar. Esperad a tener un litro de aceite   usado ,filtrarlo bien en una gasa o trapo fino. Mezclad en una cubeta de plástico 200 gramos de sosa cáustica con 1 litro de infusión concentrada de romero,a ser posible de agua destilada o de lluvia. Remover durante 1 hora en esa solución el aceite,al final la mezcla se hará un poco más densa. Al rato pasarla a cualquier molde blando que permita desmoldar el producto. A las 24 horas cortarlo en pastillas y dejarlo un mes para su curación antes de empezar a usarlo.

Saponificación o la chinita filosofal

Que le iba a contar a él la juventud activista por el medio ambiente,de concienciación ecológica, emisiones nocivas, contaminaciones, reciclajes,cambios climáticos y  consumo energético. El sí que era de bajo consumo,tanto de  dinero como de recursos, propios y también  ajenos, como cuando durante años  se quedó solo usando cuartillas en vez de folios.Parecía tener un lema, vivir con poco, ganase lo que ganase. Siempre por debajo de sus posibilidades, y siempre con excedente para el ahorro. 

Bicicleta como transporte, es decir como medio y no como fin, en un tiempo en que  ello era signo de pobreza o de excentricidad. 

Refractario a la calefacción y al aire acondicionado, duchas al aire libre y baño diario en el mar, sin más agua caliente que la que contiene la manguera al sol.
Y que decir de la generación de residuos aprovechando cáscaras de frutas para usos varios.

Pero había una asignatura pendiente en sus infinitos reciclajes y aprovechamientos tendentes al poco consumo y a la autosuficiencia: ¡hacer jabón!. Aprovechar un residuo altamente contaminante y convertirlo en jabón, sino la piedra filosofal sí la chinita filosofal.

Para ello  había que inmiscuirse en una tarea que parecía reservada a las abuelas. Ridículo rol femenino el de hacer jabón ,para quien en su masculinidad barría,cosía, lavaba, planchaba, daba biberones,cambiaba  pañales o había cuidado niños en su juventud, sin pretender ni creer mérito alguno en todo ello.Pero se acabó la exclusividad femenina, esta vez era el hombre el que exigía la igualdad.

 Todo estaba preparado para su primera saponificación, el litro de aceite de oliva usado para cocinar, bien filtrado con una gasa, la infusión concentrada de romero en un litro de agua de lluvia, los 200 gramos de sosa caústica, la cubeta para mezclar y el palo para remover. Parecía muy penoso estar una hora removiendo el contenido, luego había que idear un nuevo tipo de aprovechamiento , simultanear ese tiempo  a ser posible con lo que en ese momento se hubiese ocupado; el libro no era de formato  pesado y se podía leer cómodamente con la mano izquierda, mientras la otra removía mecánicamente.

 Al cabo de casi una hora la mezcla empezó a densificarse, parecía haberse hecho correctamente, y al día siguiente al desmoldarse para cortar las pastillas y ponerlas a curar un mes el resultado parecía convincente. 

Sí probablemente en el resto de su vida nunca más compraría jabón. 

I

semanas después de escribir este relato para un ejercicio de clase y estrenado ya el jabón tras un mes de curación, acabando de leer Curso de literatura europea, de Nabokov, en el ultimo capitulo dedicado al insufrible Ulises de Joyce, Nabokov, dice:"el jabón en cambio, va a ser todo un personaje en la historia..."