viernes, 18 de octubre de 2019

UN final,dos relatos



UN FINAL, DOS RELATOS


....tira el diploma a la basura....
Un mismo final pero dos motivaciones distintas, una por el mucho esfuerzo para agradar a otros pero no deseado. La otra por el poco esfuerzo. La una porque le ha costado mucho, la otra porque no le ha costado nada, y en ambas el diploma, despreciado hasta acabar en la basura.

El orden de los relatos no altera el sentido.

AL FIN YO
 Narración en primera persona. Personajes: la autora protagonista que narra la historia, Y tres personajes más que en el relato no interactúan con la narradora: los padres y la hermana.


 No, nada les reprocho a ellos, no es que fuese cosa de su generación; mis padres fueron y son buenos padres, pero hasta hoy late también en ellos esa creencia  ridícula que a veces se tiene, de que la guapa es menos inteligente que la fea.  Y ahí con ese condicionante crecimos nosotras dos. Mi hermana era guapa ya desde muy niña, y yo, fea no es que fuese, pero guapa tampoco, mi físico era digamos para pasar desapercibida. 
Ya estaba pues todo dicho para ellos,  yo sería a la que le darían estudios universitarios, por ser la mejor dotada intelectualmente, total porque no lo era físicamente. Mi hermana en cambio no necesitaba titulaciones para colocarse bien en la vida, belleza y relaciones sociales convenientes la proporcionarían una buena boda. Era más lista que yo intelectualmente hablando pero ellos no supieron inculcarle ningún afán de estudio y eso que podría haber sacado holgadamente cualquier carrera, incluso las técnicas, pero pronto encontró un buen partido y al día de hoy sigue siendo feliz. 
¿Y yo para que quería la licenciatura de empresariales si siempre soñé con ser peluquera?
Nunca me atreví a mostrar a mis padres mi poca aptitud  para el  estudio, parecería que iba  a defraudarles, y solo yo sé lo que me costó sacar medianamente la carrera. Por lo menos no me faltó voluntad, y esa misma es la que voy a tener para dedicarme ahora al fin a lo que realmente quiero.
……………………..

 Debo haber sido  el único estudiante que no ha acudido al acto de graduación y  recoger su título. Si no lo tengo tampoco tendré tentación de usarlo; pero sé que acabarán llamándome de la Facultad y tengo que pensar que les digo. Ya sé: “Paso de diplomas pueden tirarlo a la basura".



A SUS ORDENES ALTEZA

Narración en primera persona. Personajes: la autora protagonista que narra la historia, Y otros  dos personajes , María , protagonista del relato anterior, y un profesor innominado y sin referencias que en el relato no interactúan con la narradora. 


¡No sé por qué hostias he estudiado esta carrera!

Mira que prefería  la universidad pública,  si no para pasar más desapercibida si para tener un igual trato o eso es lo que yo creía. Y aunque mis compañeros se han relacionado conmigo como si nada, no ha sido así con la mayor parte del profesorado. Debían creer  que archiduquesa aunque de una dinastía apeada de la Historia, podía conservar alguna influencia o autoridad para poder repartir honores a modo de cruces, condecoraciones, placas u órdenes de algún tipo; saber que tratas al Rey de tú a tú como pariente lejano te abre muchas puertas.
 ¿Por qué siempre sacaba yo altas calificaciones si me dedicación al estudio era justita? No se trataba de que tuviese más capacidad, era mi apellido el que conseguía los resultados. Hasta un día quise hacer la prueba de no presentarme a un examen, Y aun así saqué aprobado tras recibir un correo electrónico del profesor, que no contesté, y que tratándome lacayunamente de Alteza Real  entendía,  que justificaciones sobradas habría tenido yo para no asistir, pero que en atención a mi trayectoria me daba por aprobada la asignatura. ¿Qué trayectoria?
 En realidad envidiaba a esos compañeros tan aplicados que parecían necesitaban el título como requisito profesional y por tanto para vivir. Como María, tan estudiosa, aunque pareciese tener que dar cuentas de sus resultados continuamente. Ella y otros  sí que se habían ganado la licenciatura.
…………….
¡Qué le pasaría a María para faltar al acto de la graduación!
Tampoco es que no me merecieses el diploma, pero el profesorado me lo había regalado.  No necesitaba el título ni para vivir ni para morir, pues mi currículum no iba pasar de ser mi árbol genealógico donde solo importaba la fecha de mi nacimiento, la muerte,los títulos nobiliarios, el cónyuge y los descendientes. En consecuencia aunque no me faltaban paredes para colgarlo el diploma lo tiré a la basura.






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